viernes, 10 de julio de 2009

Muere el herido en el cuello por asta de toro en el cuarto encierro

Otros tres mozos han sido corneados en muslo, gluteo y abdomen
10.07.09 - 07:20 -
REDACCIÓN/AGENCIAS / MADRID/La Verdad
El herido por asta de toro en el cuello que ha ingresado en el hospital Virgen del Camino de Pamplona ha fallecido después de ingresar en estado crítico. El pitón del morlaco le ha alcanzado la yugular provocandole una hemorragia arterial.
El cuarto encierro de los Sanfermines ha sido uno de los más peligrosos de los últimos años. Los toros de Jandilla se han dividido a mitad de la carrera, un morlaco se ha quedado rezagado y ha corneado a varios corredores. Un mozo ha sido herido por asta de toro en el abdomen en Mercaderes, otros dos han sido corneados en Telefónica, uno de ellos con herida en el muslo. Se confirma un cuarto corneado que ha sido empitonado en el glúteo. Además varios mozos han resultado heridos de diversa consideración con esguinces, luxaciones y traumatismos craneales, entre otros.
'Capuchino', de 515 kilos ha sido el protagonista de este cuarto encierro donde ha creado momentos de gran tensión y peligro, que ha alargado su duración hasta casi los cuatro minutos y medio al negarse a seguir su camino, dejando varios corredores heridos por asta.
La carrera ha resultado ser hasta ahora la más larga y complicada de las fiestas, cumpliendo así los astados de la ganadería extremeña de Jandilla su fama de peligrosos al ser los protagonistas del mayor número de corneados en un solo encierro, con ocho empitonados.
Los tres cánticos para pedir protección al santo dieron paso al cohete que anunció la apertura del portal de los corrales de Santo Domingo, desde donde, a las ocho en punto, salieron los seis astados precedidos de los cabestros. Nada más recorrer los primeros metros, un toro colorado de nombre "Capuchino" tomó la cabeza del grupo, que completó este tramo a gran velocidad y sin apenas contratiempos para los corredores hasta que, al llegar a la plaza del Ayuntamiento, el burel adelantado arrolló a tres mozos ante el vallado de la parte derecha, uno de los cuales fue corneado en el cuello.
Mientras el resto de la manada prosiguió su camino por la calle Mercaderes, de forma estirada pero sin llegar a fragmentarse, el toro colorado quedó definitivamente rezagado y sembró el pánico al comenzar a embestir a los corredores. La curva de Estafeta fue salvada por los animales con un ligero roce contra el vallado, sin llegar a chocar, y enfiló este tramo en hilera si bien a mitad de calle formaron dos grupos, con cuatro cabestros y cuatro toros en primer lugar, seguidos a poca distancia por un burel negro y el sexto mucho más atrás.
Los metros de diferencia entre los toros han permitido el lucimiento ante las astas por parte de los mozos, uno de los cuales fue alcanzado por uno de los bureles negros que resbaló y al levantarse se topó con él. Para entonces "Capuchino" ya había perdido definitivamente la referencia de la manada y de nuevo creó en este tramo complicaciones que se hicieron mayores al llegar a Telefónica y al callejón de acceso a la plaza, donde se paró en repetidas ocasiones, embistió hacia los mozos que se refugiaban en el vallado e incluso llegó a volverse sobre sus pasos. En este punto, el toro se cebó en uno de los corredores, a quien volteó y finalmente le alcanzó con el cuerno cuando ya estaba caído en el suelo.
El esfuerzo de los mozos para tirar del rezagado a punta de periódico y de los pastores con sus varas hizo que, muy poco a poco, el morlaco se fuera acercando a la plaza, donde la tarea de los dobladores fue hoy más intensa que en las jornadas anteriores ante la tendencia de los animales a entretenerse en la arena. Los cinco toros negros que abrían la carrera se abrieron a la derecha antes de entrar en chiqueros, hacia donde también fue conducido el rezagado por los dobladores a punta de capote.

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